La articulación del tobillo conecta el pie con la pierna y permite que el pie se mueva hacia arriba y hacia abajo y en un movimiento hacia adentro y hacia afuera. Hay músculos, tendones y ligamentos que rodean el tobillo suministrando la estabilidad que la articulación del tobillo necesita para caminar y correr.
Un esguince de tobillo sucede cuando los ligamentos que sujetan el tobillo se distienden demasiado y/o se desgarran.
Algunos esguinces de tobillo son lesiones de poca importancia que se curan con muy poco tratamiento. Pero hay otros que pueden ser más graves. Los tres grados de los esguinces de tobillo, basados en la medida en que se lesionan los ligamentos, son los siguientes:
- Grado I. Es un esguince leve, donde los ligamentos se distienden ligeramente. Una persona con un esguince de grado I tendrá el tobillo algo dolorido y es posible que lo note un poco hinchado.
- Grado II. Es un esguince moderado, donde los ligamentos se rompen parcialmente y la articulación del tobillo se nota demasiado laxa (floja, sin tensión). El tobillo duele y es posible que permanezca hinchado durante un tiempo. Cuesta apoyar el pie afectado y poner peso sobre él.
- Grado III. Es el tipo de esguince más grave y ocurre cuando hay una rotura total de un ligamento del tobillo. La articulación del tobillo duele mucho y está bastante hinchada. La persona notará el tobillo inestable y lo más probable es que no pueda apoyar ningún peso en el pie afectado desde el principio.
La diferencia entre esguince y luxación es que, desaparecida la fuerza externa, en el caso de luxación, no se llega a recobrar la posición inicial, existiendo un desplazamiento articular constante.
¿Se pueden prevenir los esguinces de tobillo?
¿Se pueden prevenir los esguinces de tobillo?
Los esguinces de tobillo son imposibles de prevenir. Pero todos podemos adoptar una serie de precauciones para disminuir las probabilidades de que nos ocurran.
La mejor forma de prevenir los esguinces de tobillo consiste en mantener los tobillos flexibles y la musculatura de las piernas fuerte. Tu entrenador, médico o profesor de educación física te puede proporcionar una serie de ejercicios sencillos para hacer en casa a fin de desarrollar la musculatura que rodea al tobillo (lo que protegerá sus ligamentos) y de aumentar su flexibilidad.
He aquí varias recomendaciones para protegerte de los esguinces de tobillo:
- Haz siempre ejercicios de calentamiento y utiliza las técnicas de estiramiento recomendadas para los tobillos antes de hacer deporte, ejercicio o cualquier otra actividad física.
- Si te has hecho un esguince de tobillo, asegúrate de que lo tienes completamente curado antes de empezar a practicar cualquier actividad física.
- Utilizar vendajes compresivos, tobilleras o calzado de caña alta te puede ayudar si eres propenso a los esguinces de tobillo.
¿Cómo se tratan los esguinces de tobillo?
El tratamiento de los esguinces de tobillo depende de su grado. La mayoría de los esguinces se curan en un plazo de 4 a 6 semanas si el paciente se protege bien el tobillo y sigue las instrucciones que le dé el médico.
Algunas de las cosas que te pueden ayudar si tienes un esguince de tobillos son:
- Descanso. Limita el tiempo que dedicas a andar e intenta no apoyar peso en el tobillo lesionado.
- Hielo. Durante las 48 horas inmediatamente posteriores al esguince, utiliza una bolsa de hielo envuelta en una toalla para ayudar a reducir la hinchazón. Empieza lo antes posible después de hacerte el esguince y repítelo cada 3 o 4 horas durante 20 a 30 minutos seguidos hasta que remita la hinchazón.
- Compresión. Es posible que el médico te inmovilice el tobillo con una férula o un vendaje elástico. Sigue bien las instrucciones y no te lo quites hasta que te lo indique el médico.
- Elevación. Cuando estés sentado o tumbado, ten la pierna en alto.
- Evitar aquellas actividades que implican forzar el tobillo. No practiques deportes que exigen correr, cambiar bruscamente de dirección o parar en seco hasta que el médico lo autorice. No camines, corras ni hagas ejercicio en superficies irregulares hasta que el tobillo esté bien curado.
- Hacer estiramientos y ejercicios de fuerza. Cuando te mejore el dolor y la hinchazón, pregunta a tu médico sobre un programa de ejercicios para aumentar la fuerza y la flexibilidad de tu tobillo. Dependiendo de la gravedad del esguince, es posible que el médico te recomiende sesiones de rehabilitación para favorecer el proceso de curación.
Esguinces más graves
Con un esguince de grado II, es conveniente llevar un vendaje elástico o una férula. Con un esguince de grado III, es necesario inmovilizar el tobillo, sea utilizando una férula rígida, una escayola u otro sistema ortopédico.
Incluso si los ligamentos del tobillo se han roto por completo, estos se suelen curar si se inmoviliza el tobillo como es debido. Pero, en contadas ocasiones, los esguinces de tobillo requieren que se haga una operación.